En el ámbito de la analítica web, una etiqueta se define como un pequeño fragmento de código, usualmente JavaScript, que se inserta en las páginas de un sitio web para recopilar datos sobre la interacción de los usuarios con el sitio. Estas interacciones pueden abarcar desde visitas a páginas específicas, clics en enlaces, hasta acciones más complejas como completar formularios o realizar compras.
El propósito de las etiquetas es enviar esta información recogida a plataformas de análisis o publicidad digital, como pueden ser Google Analytics, Google Ads, o cualquier otra herramienta utilizada para comprender el comportamiento del usuario. Este proceso permite a los propietarios de los sitios web y a los especialistas en marketing digital obtener insights valiosos sobre cómo los visitantes navegan y utilizan su sitio, lo que es fundamental para optimizar la experiencia del usuario y ajustar las estrategias de marketing.
Por ejemplo, una etiqueta de Google Analytics recopila datos y los envía a la plataforma de Google Analytics a través de solicitudes HTTPS, conocidas como “hits”. La capacidad de las etiquetas para escribir y leer cookies en el navegador del usuario es crucial, ya que esto permite identificar y seguir al usuario a lo largo del tiempo en el sitio web, ya sea dentro de una misma sesión o en múltiples sesiones. Esta información acumulada ayuda a realizar análisis detallados, como análisis de retención o seguimiento de las rutas de navegación de los usuarios, proporcionando así una base para tomar decisiones informadas para mejorar el sitio web y las campañas de marketing.